Los sacerdotes han alertado que en las comunidades los jóvenes están siendo coptados muy fácilmente por quienes trafican con la violencia, admitió el obispo de la Diócesis de Zacatecas, Sigifredo Noriega Barceló, quien señaló que estos grupos buscan gente ‘desechable’, “te ocupo ahorita y al rato ya te desecho, ya no me sirves”.
Ante ello, hizo un llamado a los muchachos jóvenes, sobre todo en edad de preparatoria, que es lo que se calcula, que el 30 por ciento que están en las cárceles ahorita son menores de 25 años, “que estemos atentos, no seamos ingenuos como para prestarnos para trabajos fáciles, para dinero fácil, sino que hagan conciencia y se den cuenta de que son usados, lo peor que te puede pasar es que seas desechable, te ocupo ahorita y al rato ya te desecho, ya no me sirves, que es una forma de trabajar de la gente que está ocasionando esta maldad”.
Invitó a los muchachos a abrir los ojos y a prepararse, que “por ningún motivo dejen la escuela, ahí van a recibir las mejores herramientas para llevar una digna y llevar y vivir en paz, no se requieren muchas cosas para ser felices, que no se nos aceleren por el camino fácil”.
“Desgraciadamente, hay rachas fuertes en las que uno siente que se recrudece la violencia, y siempre es una llamada de atención para no bajar la guardia”, señaló el obispo de la Diócesis de Zacatecas, Sigifredo Noriega Barceló, por lo que reafirmó el llamado de “no nos acostumbremos a la violencia”.
“Pienso que esta gente tiene sus estrategias, cuándo va a actuar, y no es todos los días, se esperan ciertos momentos en que pareciera que se baja la intensidad de la lucha contra la violencia, hasta que la violencia disminuya y más bien, en sentido positivo que sigamos trabajando para que la paz sea un estilo de vida.”
“Según los datos que dio el fiscal general de Justicia del Estado (Francisco José Murillo Ruiseco) en su informe, en Fresnillo se recrudeció muchísimo la violencia intrafamiliar, y eso ocasionado por el alcoholismo entre los jóvenes y las drogas de distintos tipos, y esas son las causas”.
“Llegan a casa fuera de sí y ordinariamente papá o mamá no están en esa disposición de ser pacientes, y es cuando empiezan las dificultades”.
Invitó a todos a no bajar la guardia y a seguir buscando formas, “yo creo que esto es a través de gestos pequeños”.
“Si nuestro Señor nos llama a la conversión pues hay que convertirnos y de esa manera contribuir a que la maldad disminuya, es decir, si tú eres una persona que está convencida que tiene que respetar a los demás, que tienes que respetar y, sobre todo, al más necesitado pues seguro que habrá menos espacios para la violencia.”
Indicó que estuvo en la semana en el municipio de Pánfilo Natera, un municipio con muchas comunidades, y se habló con sacerdotes de aquel rumbo y dan esa información, que los jóvenes están siendo coptados muy fácilmente por los que trafican con la violencia.